La televisión y los medios de comunicación en general, son la mayor arma de difusión de la cultura y del lenguaje de un país. Por eso, quiero mostrar mi disconformidad con el mal uso que se hace del lenguaje en muchos medios, y la poca voluntad que hay de enmendar los errores.
Quizás en prensa, al tener tiempo de releer la información y pasarla por el corrector de textos, los errores sean menos, pero no inexistentes.
Evidentemente, los medios se acercan a personas de todos los niveles sociales y culturales, y no podemos pedir que todos los testimonios hagan un buen uso de la lengua. Como cuando los invitados decían a Paco Lobatón aquello tan mítico de «me gusta mucho tu pograma».
Pero lo que no es de recibo es que personas de relevancia, con costumbre de aparecer en los medios, no se tomen como una obligación el llevar a cabo un buen uso del lenguaje castellano, como políticos o los propios comunicadores.
Me quedé muerto al ver en ‘Estas no son las noticias’ un video de una presentadora de Telemadrid que hablaba del tema del PP en el que varios miembros del partido habían sido «espionados» (en lugar de espiados).
Hoy voy a centrarme en una parte concreta del mal uso del idioma, una epidemia lingüística en los medios que es la creación y uso de eufemismos absurdos para palabras existentes y más precisas. La mayoría de las veces pasa con intención de no herir las sensibilidades de minorías, pero lo que ocurre es que llegamos a términos del todo ridículos. Por ejemplo:
– Ancianidad. No sé que tendrá de malo la palabra «anciano» para que los medios no quieran usarla. Pero ya que parecía que lo correcto era decir «tercera edad», parece que no era lo suficientemente bueno, y surge la nueva moda de llamarles «personas mayores» lo cual es del todo impreciso, ya que literalmente «personas mayores» somos todos los humanos de más de 18 años, o 21 según el país, es decir, los mayores de edad.
– Negros. Las personas de piel negra, ya no son llamadas «negros» palabra que no tiene nada de malo si no se usa con desprecio. Se les llamó «personas de color», término de lo más inexacto, pues todos tenemos un color, por blancuzco que sea. Y ahora se les llama subsaharianos o afroamericanos, como si todos los subsaharianos fuesen negros o como si un negro no pueda ser de cualquier otro país. Es más, para un negro nacido en Francia habría que usar algo así como «el francés de origen subsahariano», algo absolutamente ridículo.
– Moros. Igual que los anteriores, ahora los «moros» son llamados «magrebíes» o «norteafricanos», como si en el Norte de África sólo hubiese personas de esa raza. Mismamente Ceuta y Melilla son de esa zona del continente y hay mucha gente que ni es «mora» ni «magrebí».
– Gitanos. Y otra raza que parece que esté mal nombrar es la gitana. Ya no se dice «gitano» ni tampoco «raza gitana», sino «de etnia gitana», que será más fino, pero se olvidan de que etnia no es exactamente un sinónimo de raza. Este caso me hace especialmente gracia dado que los propios gitanos son los que más orgullosos se sienten de ser llamados así, «gitanos». Incluso usando despectivamente el término «payo» para aquellos que no son de su raza, que para quien no lo sepa significa, según la RAE «Campesino ignorante y rudo.»
– Inválidos. A la gente le parecía que «inválido» era un término ofensivo porque no son personas no válidas. Así se pasó a «minusválido» pero con el tiempo se llegó a la misma concusión, no son personas menos válidas que otras. Ahora estamos en «discapacitados físicos», pero pronto llegará alguien que invente otro nombre porque el anterior sea ofensivo, aunque eso no cambiará que esas personas tengan la misma invalidez, minusvalía o discapacidad, llámesele como se le llame.
– Retrasados. Otro término bastante polémico. A lo largo de los años se les ha llamado «subnormales», «anormales», «tontos» o más recientemente, «retrasados». Ninguna sonaba lo suficientemente bien, y se cambió a «disminuidos psíquicos», y posteriormente a «discapacitados psíquicos».
– Ciegos. Una evolución parecida sufrieron los términos para referirse a los ciegos. No sé que tendrá de malo «ciego». Se les pasó a llamar «invidentes» y más tarde «discapacitados sensoriales» un término que dice poco pese a ser tan largo.
Otro día trataré otras aberraciones lingüísticas que cometen los medios.
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eso es debido a que los politicos y reporteros tambien se relacionan en amientes informales y de tanto escuchar palabras mal empleadas al cabo de un tiempo te acaban sonando bien y acostumbrandote a ellas y empleandolas en tu vida cotidiana
Eso es cierto, pero cuando uno tiene un trabajo de cara al público tan importante es su obligación discernir entre un buen uso del lenguaje y uno malo, especialmente para los periodistas cuya principal herramienta de trabajo es la palabra :)
pero de todas formas un depiste lo puede tener cualquiera, pero de años atrás ahora ha habido un deterioro del lenguaje impresionante como sucede cuando los adolescentes y ya no solo adolescentes escribe sms, los errores habituales son en el porque/ por que/ porqué y por qué, la acentuación de monosilabos, inicializar en terminos de informatica suena mejor reiniciar aunque ya en la RAE se ha admitido esta nueva palabra «inicializar« , el sino y el si no, y el mal empleo del verbo prever que las personas loconjugan mal »preveer»
Tienes toda la razón, el lenguaje sms es un arma de doble filo, porque se tiende a no prestar atencion a la ortografía y eso crea costumbre. A mí me matan esos términos rimbombantes que se inventan de una palabra más simple, como el ejemplo que has puesto «inicializar», ¿no es más fácil «iniciar»?
Muy buena publicación. En especial porque como dice, los medios son el ejemplo a seguir del pueblo, en general. Lo mismo sucede aquí en México. Por ejemplo, un error común del lenguaje que utilizan mucho en los medios nacionales, es el decir «gentes», en lugar de personas. Es como si en inglés se utilizara «peoples» en lugar de people.
Cuánta razón tiene en todo lo que dice. En México se ha puesto de moda hablar de personas con «capacidades diferentes», en el caso de los inválidos, pero tampoco ése es un término adecuado, pues ¿acaso no todos tenemos capacidades diferentes»? Ni modo que todos fuéramos exactamnte iguales. Mis respetos or estos esfuerzos…
quiero que me aclares algo es que tu dices que “personas mayores” hace referencia a aquellas que tienen más de 18 o 21 años de edad.
te pregunto los ancianos no son mayores de 18 o 21 años.
porque si es así, entonces si estará bien hecho remplazar ancianos por personas mayores.
mira la gente sabe que los ancianos son mayores de edad pero cuando se habla se debe especificar de lo que se habla ejemplo :laura es mayor de edad pero si lo piensas un momento te das cuenta de que no se sabe si laura tenga 81 o 20 asi que no esta bien reemplazar la palabra anciano o personas de la tercera edad
exelente publicacion puesto a que las cadenas televicivas estan enfocadas en ganar dinero y no en lo que trasmiten
Este señor que opina aquí es un retrógrado. Las palabras siempre están cargadas de un significado subjetivo y eso es lo que él ignora. Mi abuelo anciano era un hombre lleno de achaques y retirado de todo a los 60 años. En cambio los que hoy estamos a esa edad nos encontramos en plenitud, trabajamos con dinamismo y jugamos al tenis, etcétera. Si se nos dijera ancianos nos sentiríamos comparados con aquellos. Anciano lleva una carga de senilidad.
Creo que no tiene nada de malo que digan invidente ó discapacitados f’isicos.
Evidentemente se está dando la impresión de que de un tiempo a esta parte se esté enseñando en las facultades de periodismo esta forma de uasr el lenguaje, pues ya no solo en los medios del «Colorín» si no que incluso en los telediarios ya se empieza a oir expresiones como:
Ayer estuve comiendo en casa de Manolo y por la tarde «le» llevé al cine y a la salida «la» compramos un ramo de flores a su hermana.
Cuando lo correcto es decir:
Ayer estuve comiendo en casa de Manolo y por la tarde «lo» llevé al cine y a la salida «le» compramos un ramo de flores a su hermana.
Que los pronombres «la» y «lo» son complementos directos, mientras que el pronombre «le» es complemento indirecto de la oración.
Para los politicos es mas enriquesedor prometer volumenes de ayudas para el pueblo , que su manera de expresarse ante el publico. Esto se debe al poco aprovechamiento academico que desean mostrar.
Con el lenguaje se crean realidades, por eso hay que ser especialmente sensible y cuidadoso con su uso. No es que al periodista de turno se levante con el día de cambiar una palabra porque sí. No, todo tiene una explicación.
De ahí que el uso del lenguaje en los medios de comunicación esté constantemente renovándose.
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