Has vendido tu alma al diablo, Karmelita

Si Karmele Marchante oyese voces en su cabeza, oiría algo así como esto, «Has vendido tu alma al diablo, Karmelita, ya no hay escapatoria, eres mía y puedo hacer contigo lo que me de la gana».

Parece exagerado sí, pero como las cosas sigan así ser colaborador de ‘Sálvame’ va a tener que empezar a ser considerado profesión de riesgo, sobre todo mental. Ya no hay límites.

Y eso que yo soy una persona poco restrictiva televisivamente hablando, y que pienso que en televisión el público es soberano. Pero esto pasa de castaño oscuro.

Os pongo en antecedentes de la última del programa de Jorge Javier Vázquez:

‘Sálvame Deluxe’. Podeis ver el video al final de la entrada.
La colaboradora del programa, Karmele Marchante, sale del plató por indisposición y se va al camerino. El presentador, en lugar de dejarla descansar, acude a dicho camerino seguido de una cámara. En principio podría parecer que su intención es buena y quiere interesarse por la salud de su compañera, pero no nos engañemos. Le mete el micro todo lo que puede, mientras que la Marchante pide que la dejen tranquila y se marche la cámara. El presentador no hace caso y siguen ahí a ver que pasa, riéndose delante de ella, y haciendo el programa a costa de una persona que no se encuentra bien. En el plató, risas y burlas sobre la compañera. Si llega a morirse en directo igual se alegran.

‘Sálvame Diario’. También podeis ver el video al final.
Este es peor aún. Ante las burlas de sus compañeros, Karmele sale del plató y se encierra en la sastrería. Aquí comienza una persecución en la que el presentador de ‘Sálvame’ hacia la colaboradora, que pide que la dejen en paz. Jorge Javier, para seguir con la gracia de machacar a su compañera, la encierra en un armario hermético y casi la empareda. Después del susto y ver que no la ha matado, sigue con el acoso. Karmele sigue pidiendo que la dejen pero el presentador persiste hasta sacarla totalmente de sus casillas. Es como cuando los reporteros sacaban de sus casillas a la Pantoja, sólo que ahora lo hacen los propios compañeros del programa en el que trabaja la «víctima», ¿así quien necesita enemigos?. Continúan siguiéndola pasillo arriba, pasillo abajo, la colaboradora manifiesta su voluntad de que no la graben. El presentador se niega con la excusa «es que trabajas en televisión», como si realmente eso involucrase que pueden hacer con ella lo que les dé la gana.

Y para colmo, Vázquez reclama que hay que tomarse las cosas con humor. Sí, siempre que no seas tú el que protagoniza el video borracho subido a una carroza, ¿no?

Definitivamente, has vendido tu alma al diablo, Karmelita, y vas a tener que apechugar. Si sigues en ‘Sálvame’ estás expuesta a que te hagan cualquier barrabasada como ésta, y más que se les irán ocurriendo. Y encima no podrás quejarte porque, como rezaba el título de aquel programa de Santiago Segura «sabías a lo que venías». La otra opción sería dejar ‘Sálvame’. ¿Lo hará? Lo dudo muchísimo, como tampoco dejó de ir Yola Berrocal después de que la vejasen.

¿De verdad merece la pena soportar esas tropelías? ¿Lo hacen por el sueldo o por salir por televisión?

Además, me parece interesante apuntar a que Karmele suele en el programa aludir a mujeres en situaciones de opresión, discriminación, etc. Mujeres maltratadas, castigadas, criminalizadas. Salvando las distancias, ¿qué crédito puede tener una periodista que reclama dignidad para otras mujeres y en cambio soporta que se le despoje de la suya propia sin hacer nada al respecto?

Yo puedo ver las virtudes del programa, cómo están consiguiendo levantar la audiencia con relativamente pocos recursos, y que resulta bastante entretenido. Pero también veo que cruzan unos  límites muy graves y que  a veces demuestran una falta de escrúpulos pasmosa.

Video 1:

Video 2: