Nueva Ley Audiovisual: El porno es malo, menos para los ricos

Hay una cosa de la nueva Ley Audiovisual que me desconcierta, me molesta y me indigna a partes iguales: Se prohíbe la emisión de pornografía en abierto.

Mi pregunta es ¿por qué?

Sinceramente, es que no lo entiendo, ¿a quién molesta, daña o agrede la pornografía? ¿porqué criminalizar una industria de ocio y entretenimiento?

Entiendo que no se pueda emitir a las tres de la tarde, pero con una simple delimitación del horario permitido bastaría.

De verdad, es que para unas cosas somos muy progres y para otros los más retrógrados del mundo. Y esta nueva Ley Audiovisual, con tanto proteccionismo y tanta gaita de no traumatizar a los menores nos está quitando libertades que ya existían en la época de ‘Cuéntame’.

Como esto siga así, dentro de unos años no podremos decir “teta” por la tele, y años después veremos aparecer el Destape 2.0 o algo así.

¿Es esta una medida más para proteger a los niños de contenidos perniciosos? Yo siempre abogo en contra de los horarios de protección del menor y esas cosas, porque cada uno tiene unos valores en su casa y creo que por ello son los padres o tutores quienes deben decidir en última instancia qué contenidos son aptos para sus vástagos y cuáles no.

Pero ni siquiera es éste el caso, porque ¿qué niño está viendo pornografía a las 3 de la mañana? Si lo hay, evidentemente el problema no es de la tele.

Y poniéndonos más serios, esta medida puede tener graves consecuencias para las cadenas locales, quienes consiguen gran parte de sus beneficios gracias a este género del audiovisual.

Alguien podría pensar ingenuamente que estas cadenas, ya que no pueden emitir pornografía, se dedicarán a géneros más “serios” como el documental o el informativo. Pero yo le pregunto, ¿y de dónde van a sacar el dinero para producir dichos productos? Porque del porno está claro que no.

Las cadenas locales no tienen recursos para llenar todas sus franjas televisivas, así que como es lógico, los programas originales que hacen suelen ser para el prime time o la tarde, por lo que el hueco de la madrugada no va a ser de todas formas llenado con programación original. Como mucho se sustituirá con programas de chats, Call TVs o en el mejor de los casos con videoclips. Y digo yo que peor aún son los Call TVs, que las películas pornográficas al menos no sacan los cuartos a nadie.

Pero ¡ojo! Recordemos que sólo se prohíbe el porno en abierto. Es decir, que quienes tienen dinero para pagar televisión de pago y canales premium sí pueden verlo. Y los demás que no somos ricos como mucho podremos ver los culebrones subidos de tono que emite Veo7. Para quien no lo sepa, son como telenovelas pero con escenas eróticas y sin mucho argumento, y deben de conseguir buena audiencia porque el canal sólo tiene dos títulos (‘Latin lover’ y ‘Jóvenes y ambiciosas’) y las repone una tras otra, una y otra vez.

Entonces, ¿será esto una medida más fruto del favoritismo? Probablemente Digital+, con sus canales para adultos saldrá bastante beneficiada, o tal vez laSexta saque otro canal de TDT de pago dedicado al porno. ¡Ay! Cómo mima el gobierno a sus amiguitos.

Y me sorprende que la gente no ponga el grito en el cielo o se lance a las barricadas. Claro, es que está feo decir algo en favor del porno. Pues yo lo digo alto y claro. Esta parte de la nueva Ley me parece un espanto, propio de la época de la Censura. Da igual que te guste el porno o no te guste, da igual que prefieras verlo vía internet como la mayoría, lo grave es que estemos dando este paso atrás en la libertad de expresión.

De verdad, no me cabe en la cabeza que en el siglo en que vivimos se prohíba la emisión de pornografía.